No lejos de allí se yerguen tres picachos andinos, distanciados en forma de triángulo. Según tradición, en uno de estos picos se abre la única entrada expedita de la galería que va al Norte; pero sin conocer los puntos de referencia que a la entrada encaminan, fuera en vano que un ejército de titanes apartara las rocas con intento de descubrirla. Y aun suponiendo que alguien diese con ella y llegara por la galería hasta la losa que cierra la cámara sepulcral, resuelto a derribarla, nada conseguiría, porque las rocas de la bóveda están asentadas de modo que, en tal caso, cegarían la tumba con todos sus tesoros. La cámara de Arica no tiene otra entrada que la abierta en la montaña inmediata al río Payquina. A lo largo de la galería que desde el Cuzco pasa por Lima hasta llegar a Bolivia, hay pequeños escondrijos, donde durante muchas generaciones acumularon los incas incalculables riquezas en oro y piedras preciosas” (“Isis sin velo”, H. P. Blavatsky, Edit. Sirio, Málaga, 2004, Tomo II, p. 321).
domingo, septiembre 27, 2015
EL MISTERIO DE LOS TÚNELES DEL DESIERTO DE ATACAMA (Sergio Fritz Roa)
No lejos de allí se yerguen tres picachos andinos, distanciados en forma de triángulo. Según tradición, en uno de estos picos se abre la única entrada expedita de la galería que va al Norte; pero sin conocer los puntos de referencia que a la entrada encaminan, fuera en vano que un ejército de titanes apartara las rocas con intento de descubrirla. Y aun suponiendo que alguien diese con ella y llegara por la galería hasta la losa que cierra la cámara sepulcral, resuelto a derribarla, nada conseguiría, porque las rocas de la bóveda están asentadas de modo que, en tal caso, cegarían la tumba con todos sus tesoros. La cámara de Arica no tiene otra entrada que la abierta en la montaña inmediata al río Payquina. A lo largo de la galería que desde el Cuzco pasa por Lima hasta llegar a Bolivia, hay pequeños escondrijos, donde durante muchas generaciones acumularon los incas incalculables riquezas en oro y piedras preciosas” (“Isis sin velo”, H. P. Blavatsky, Edit. Sirio, Málaga, 2004, Tomo II, p. 321).
martes, abril 16, 2013
¿ENTRADAS AL MUNDO SUBTERRANEO EN LA ANTARTIDA? (Sergio Fritz)

En dicha página se ha generado un buen y largo debate acerca de si lo que muestran las fotografías corresponde a algo artificial o no.
En el caso de tratarse de estructuras creadas por tecnología: ¿quiénes fueron sus constructores? ¿Hombres del pasado, actuales o extraterrestres? ¿Serán intraterrestres o habitantes de la superficie? ¿O serán los nazis del IV Reich que habitarían según ciertos documentos sectores antárticos?



jueves, septiembre 23, 2010
CHARLA SOBRE ROSACRUCES Y JESUITAS Y SU BÚSQUEDA DE LOS CENTROS ESPIRITUALES OCULTOS EN AMÉRICA DEL SUR

El día domingo 26 de Septiembre de 2010 a las 11:30 en la sala F.Heinlein del Centro Cultural Montecarmelo, en Providencia, Santiago daré una charla sobre la búsqueda de los centros espirituales ocultos, especialmente de la Ciudad de los Césares, por rosacruces y jesuitas.
Hablaré del imaginario rosacruz y especialmente jesuitico que se construyó en base a América del Sur como las tierras del Preste Juan, o Rey del Mundo.
Daré información novedosa sobre la presencia en nuestro continente de estas dos agrupaciones, haciendo hincapié en su residencia y viajes en Chile y Argentina, considerando su conocimiento esotérico.
Están todos invitados. La conferencia es gratis.
Los espero.
jueves, octubre 15, 2009
Sergio Fritz Roa - Un guenoniano en los Andes -Débora Goldstern
Débora Goldstern. Fuente: http://cronicasubterranea.blogspot.com/

Este hallazgo llevó a conectarnos con Sergio Fritz Roa,
[1], que a través de Geografía Sacra, irradia un mensaje enriquecedor, que hoy deseamos presentar a los lectores del blog. Este guenoniano dedicado, esoterista de rango, así como escritor y estudioso de nuestra América pasada, es un invitado digno, que lleva la palabra “entrevista” hacia otro escalón, y que resulta imperdible lectura para profundizar en los temas que también son materia de éste blog.

Efectivamente, no habrá comprensión real y absoluta de lo que denomino “centros espirituales ocultos” (Aghartta, Ciudad de los Césares, Paititi, etc.) mientras no se los encuadre dentro de una visión que sólo el esoterismo puede dar. Para ello, la doctrina cíclica (las cuatro edades del mundo: edad del Oro, de la Plata, Bronce y Hierro; sapiencia que por lo demás es universal y no solo propia de los antiguos griegos) y la geografía sacra nos serán útiles. Ello por cuanto el ocultamiento actual de dichos centros de sabiduría se debe al nivel de involución espiritual en que se encuentra la humanidad. Oscuridad –precisamente, la Edad de Hierro es la que vivimos, la cual es regida por la diosa Kali y que se caracteriza por una fuerte densificación de las cosas, incluso del tiempo- que dice relación con la radical separación microcosmo-macrocosmo que ha creado el modernismo, y que se expresa en el antropocentrismo, la destrucción ecológica, la masificación, el racionalismo, etc.
Debido al carácter iniciático de estas doctrinas, no todos podrán lograr una aprehensión real de lo que significan los centros espirituales ocultos. Pues no se trata de arqueología, de búsquedas de tesoros o mera comprobación de hermosas leyendas. Lo que está en juego es la valiosa posibilidad de contactarse con una realidad metafísica y por tanto de transmutarnos. Y ello tiene un alto costo, no precisamente mercantil…
A tu faceta esotérica se complementa la de un estudioso del pasado americano, en especial, los Andes, algo que en lo personal me identifica mucho. Antes de pasar a los descubrimientos que hace poco diste a luz, hay un tema que quiero desarrollar, y que se centra en la visión de algunos autores, sobre la historia de nuestro continente. Sudamérica en especial es donde la creencia de los “dioses blancos” cuenta con más difusores, idea, que fue compartida en gran medida por Jacques de Mahieu, y Miguel Serrano, entre otros. ¿Coincidís en esta postura?
Sí y no. La respuesta puede parecer ambigua, pero me explicaré:
Sí, toda vez que efectivamente las mitologías americanas recogen la creencia que los fundadores de ciertos pueblos de este continente eran blancos y barbados. De allí las leyendas sobre Bochica, Quetzacoatl, Viracocha, etc. A ellos se los asocia normalmente con el símbolo de Venus y también con la cruz. Pero la presencia “blanca” precolombina no solo se encuentra en la mitología y las leyendas, sino en infinitud de hechos, como las similitudes entre el arte de Tiahuanacu y las esculturas medioevales, el lenguaje rúnico en piedras de New England (USA), residuos de pueblos blancos (por ejemplo, lo que indican los cronistas respecto de Boroa, en el sur de Chile), etc...
No, toda vez que estos autores suelen ser algo unilaterales a la hora de hablar de los primeros habitantes de estas tierras o al menos de los creadores de cultura. En efecto, motivados por sus propias visiones políticas han querido solo ver la presencia blanca en América, olvidando que habría muchos más pueblos que pudieron estar en estas tierras. Por ejemplo, la presencia islámica precolombina es un tema que solo recién empieza a llamar la atención. Al respecto recomiendo el libro del Dr Abdullah Hakim Quick, “Deeper roots, Muslims in the Caribbean from before Columbus to the present”, donde se nos habla de la presencia islámica en América, incluso antes de la llegada de Colón (caso del geógrafo Abu ´Abd Allah Muhammad al-Idrisi, hacia 1150 DC); como de pueblos negroides, los que son representados en unas piedras halladas en el Yucatán, y cuya data estaría entre 800 y 654 A.C. También se sabe de evidencias chinas, fenicias, bereberes, egipcias, etc. Respecto a estos últimos, las investigaciones de Oscar Fonck como de Barry Fell parecen demostrarlo. Por otro lado, no solo blancos europeos (sean éstos vikingos, templarios o misioneros cristianos) pudieron haber llegado, sino judíos y romanos, tal como algunas investigaciones parecen demostrar.
Otro de los grandes interrogantes en cuanto al pasado del continente, lo constituyen los túneles que se extienden por la cordillera, que nos remite otra vez al tema subterráneo. Generalmente estas construcciones son tratadas por los arqueólogos y estudiosos en general, como algo anómalo y no integrado en el puzzle andino, que a su vez es el epicentro donde se asientan estas construcciones ciclópeas. Hay como una permanente disociación que buscan desvincular “piezas incómodas”, y que no encajan en la historia establecida para América.
Tienes razón, pues la historiografía oficial es bastante conservadora. Por ejemplo, las investigaciones que pueden cambiar la manera de datar la historia americana, son normalmente silenciadas o criticadas brutalmente. Oscar Fonck, al que he citado recientemente, nunca contó en Chile con la ayuda oficial, a pesar de sus grandes investigaciones. Y hay otros casos, por ejemplo, el mismo De Mahieu… Sus trabajos son sorprendentes y merecen estudios profundos de parte de quienes tienen los medios económicos y técnicos, es decir los científicos oficiales… ¿Quién de ellos hasta ahora los ha profundizado?... Y ¿qué pasó con las “momias blancas” halladas en Perú? ¿O cuál es la explicación dada por la ciencia oficial a la estatuilla barbada que se encontraría en el Museo Dillman Bullock? De todas maneras, pese al conservadurismo de la ciencia oficial, hay muchas personas que están tratando de abrir horizontes en estos temas, y así como hoy incluso los científicos ya aceptan la existencia de agua en la Luna y en Marte, cuestión que era anatema hasta hace poco, en algún momento deberán reconocer que varios de los descubrimientos para ellos considerados acientíficos son evidencias concretas.Pasemos a uno de tus descubrimientos: los Mapas Líticos. ¿Cómo se inicia este hallazgo, que desde su aparición concitó la atención internacional?
Mucha observación y algo de intuición. En una caminata a la zona andina cercana a San Esteban, me percaté de una piedra en el suelo que tenía una imagen muy curiosa, parecida a un mapa de Sudamérica. Posteriormente en la misma zona hallé otra que representaría el contorno sudamericano y parte de lo que sería el oeste de Africa. Y luego un posible mapa que me cuesta definir si se refiere a Eurasia o a otro continente. En estos casos, he preferido la prudencia y he hablado de “posibles mapas líticos”, pues hay un margen de posibilidades que se trate de vetas de las piedras, aunque sea rarísima coincidencia hallar todos estos objetos en un perímetro de menos de un kilómetro. Por lo demás, no sería la primera vez que se encuentran en Chile esta clase de mapas líticos. Otro joven investigador, llamado Rafael Videla, ha descubierto en la zona andina del Maule otra representación americana. Ello, acaeció según Videla, el 2005. Como puntos en común se trata de mapas líticos encontrados en Los Andes, cerca de lugares arqueológicos (en el caso de Videla cerca de la misteriosa zona llamada El Enladrillado; y en el mío de un lugar donde la cultura Aconcagua repletó de petroglifos las rocas), y que representan América. En caso de ser dibujos realizados por manos humanas, surgen interesantes preguntas. Desde ya, ¿quiénes fueron sus dibujantes? ¿Y qué tipo de conocimiento les permitió dibujar con precisión el contorno americano?
¡Hay que estar atento a lo que la naturaleza nos quiere decir! Otro interesante estudio que sacaste a la luz fueron “Los megalitos de El Quisco y su simbolismo protohistórico”. Sin tuda su investigación revela que una cultura desconocida se extendió en América, y que podría tratarse de una civilización autóctona, concepto que no me resulta desconocido, ya que personalmente pienso que además de las migraciones registradas, este continente desarrolló una cultura propia, y cuyos vestigios más visibles se encuentran en las grafías halladas, que marcan una lengua aún más antigua que la de sus propios lugares de origen. Eso no lleva a pensar que quizás en un tiempo remoto, América exportó está civilización hoy ignorada.
A diferencia del caso de los posibles mapas líticos, en el cual por el momento no deseo afirmar en un 100% que se trata en todos los casos de figuras confeccionadas por el hombre; por el contrario, los megalitos de El Quisco no me merecen duda alguna, debido a la cantidad y forma de aquéllos. El conjunto constituye lo que sería un centro ceremonial o astrológico, o ambos a la vez. Allí hay formas pétreas que representan animales como tortugas, jabalís, ranas, etc. Y también hay de rostros de hombres, con sus tocados. Hay una similitud con los gigantes líticos de Marcahuasi y unidad conceptual con el “Intihuatana” de Rocas de Santo Domingo, a pocos kilómetros de El Quisco. Creo que estos dos centros (El Quisco y Santo Domingo) pueden ser efectivamente autóctonos; o en su defecto restos de una cultura de origen norafricano (egipcio, libio, etc.) asentada en la zona central chilena.
Respecto a lo último que señalas, habría mucho que decir. El difusionismo (es decir, la creencia que ya desde tiempos remotos existió intercambio marítimo entre los cinco continentes) parece estar en lo correcto. La teoría del aislacionismo no solo es un insulto para las inteligencias toda vez que considera que solo los europeos (y ¡solo desde el s.XV!) podrían haber llegado a estas latitudes y no viceversa, sino que además considera los océanos y mares no como puentes sino como barreras, lo cual es inexacto no solo históricamente sino que es cuestión de preguntarle a los marinos cómo consideran el mar; si como un muro o como senderos. Acerca de este interesante tema, la obra de Roberto Rengifo, un investigador chileno que llegó incluso a dictar charlas ante la Sociedad Científica de Chile en las primeras décadas del s.XX, se presenta de vital interés. Esto último, abro aquí un paréntesis, demuestra el gran nivel de apertura de los científicos chilenos de fines del s.XIX y principios del XX. Este caso no es aislado, también es prueba de dicha apertura el hecho que el gran erudito nacional José Toribio Medina dedicará decenas de páginas de su clásica obra de 1882, “Los aborígenes de Chile”, a las tesis de poblamiento americano y chileno, incluyendo muchas que jamás los historiadores posteriores se han atrevido siquiera mencionar en sus “manuales”. Volviendo a Rengifo, él postuló que la humanidad surgió en la Antártica y que luego la cultura se desarrolló en Chile, para difundirse por todo el mundo. La migración para Rengifo siguió un proceso sur-norte, y desde América se expandió la cultura a todo el mundo. Aun cuando hay ideas en Rengifo que son frágiles y cuestionables, estoy seguro que su obra exige un estudio serio y completo, pues puede aportar información y líneas de pensamiento considerables.Retomando nuestra línea esotérica, me sumerjo en la concepción guenoniana en cuanto a la tradición subterránea, que reflejó en su escrito mayor El Rey del Mundo. Creo que desconocer este escrito, hace perder un hilo muy importante cuando se trata de profundizar en estos misterios. De nuevo subrayo que sin una base esotérica la comprensión sobre el “mundo subterráneo”, queda desdibujada, convirtiéndose muchas veces en una caricatura. Además en El Rey del Mundo, Guénon pone las cosas en su lugar en cuanto al papel de Agartha como centro primordial.
Sí, estoy de acuerdo. En “El rey del mundo”, Guénon expone la teoría de los centros espirituales ocultos, en especial del Aghartta, tema que en aquellas décadas causaba gran polémica en los medios cultos, debido a dos libros: “Misión de la India en Europa” de Saint-Yves d'Alveydre y “Hombres, dioses, bestias” de Ferdinand Ossendowski. Estos textos junto al de Guénon, constituyen una imprescindible trilogía sobre Aghartta. En lo personal, creo que Guénon aprovechó la oportunidad de hablar sobre la doctrina de los centros espirituales, rectificando algunos puntos, y aclarando varias cuestiones al respecto, que los libros anteriores no supieron dilucidar. El metafísico de Bloy pudo integrar el “mito” de Aghartta a un asunto más complejo, que dice relación con lo que el esoterismo islámico llama Tasarruf. Digo lo anterior, porque si uno lee primero el texto de Saint-Yves d'Alveydre lo encontrará un texto flojo, incluso poco serio, mezcla de idealismos “esotéricos” con miradas políticas, etc. Y, por su lado, si únicamente leemos el de Ossendowski creeremos que Aghartta y el Rey del Mundo son solo leyendas asiáticas. La lectura de la obra guenoniana aquí se hace imprescindible, contextualizando las temáticas señaladas e incorporando a Aghartta dentro de la geografía sagrada.
En sintonía con el tema de Agartha, hace poco inicié una serie de reflexiones sobre aquello que a mi entender desvía del camino, en cuantos a los estudios del mundo subterráneo. Un ejemplo clásico, que señalo como error, es cuando se enuncia “Agartha, capital Shambhala”. Teniendo en cuenta que Agartha nace de la mano de Saint Alveydre, que lega su visión en Misión de la India en Europa, publicado a fines del siglo XIX, resulta por lo tanto muy posterior a Shambhala, que si encuentra un ligazón histórico, mucho más extenso. Sin embargo para muchos estudiosos está asociación es indivisible, y no parece preocupar la confusión.
En estas materias hay mucha confusión. Las razones de ello se deben a varios problemas. Desde ya, la escasa cualificación de quienes pretenden tratar estos asuntos; falta de conocimientos lingüísticos; mucha desviación intencionada (la “contrainiciación” de la cual hablaba Guénon); etc. Además, la misma naturaleza de los temas signados no es fácil. También, se debe considerar la problemática de las fuentes. No creo que Saint Alveydre u Ossendowski hayan inventado Agarttha. Guénon demuestra que ello no fue así. Sin duda, las fuentes utilizadas por estos autores, como sus propias vivencias, son distintas a las recogidas por otros autores, especialmente exploradores; pero esto en nada niega la existencia de un Aghartta. Una visión que también legó Guénon, fue el misterio de la contrainiciación, y que en algún punto lo asociaba al mundo subterráneo. Sin embargo la caverna como símbolo, está vinculado al renacimiento espiritual, que luego de un proceso iniciático, posibilita el acceso al interior actualmente no visible. ¿Es posible reconciliar conceptos tan disímiles?
En el caso de los símbolos hay en muchas situaciones una pluralidad de significados. Los símbolos no siempre son unívocos. Por ejemplo, el simbolismo del dragón. Mientras que para los chinos representa la divinidad y lo sagrado; para los cristianos medievales, en cambio, era la representación del mal.
En cuanto a la contrainicación, cabe recordar que para Guénon la mejor representación de ésta a nivel geográfico más que las cavernas eran las llamadas “Torres del Diablo”, las cuales ocupaban parte importante de su correspondencia con el rumano Vasile Lovinescu.
Desde hace unos años se está hablando de un despertar espiritual que tiene como base nuestro continente, en especial Sudamérica. Más allá de los “cotilleos new age”, ¿podemos asentir con esta realidad, que muchos místicos vienen sosteniendo, y que en el pasado tuvo al Tíbet como centro mayor?
Segio Fritz, infinitas gracias!
Revista Bajo los Hielos
Estudios sobre Sufismo
Geografía Sacra
Mercurio Radiante
lunes, septiembre 28, 2009
LA TABLILLA DE FAWCETT Y EL MISTERIO DE AMERICA I (Sergio Fritz Roa)

Percy Harrison Fawcett es uno de los exploradores más renombrados que ha inspirado a otros investigadores, escritores y guionistas de cine. Su interés no solo era la búsqueda de territorios vírgenes. Además era un hombre profundamente ligado a asuntos arqueológicos, que deseaba acercarse a las ciudades perdidas americanas (muchas de las que son en nuestro concepto centros espirituales que con el tiempo se han ido ocultando a los ojos de la gran mayoría de los hombres, en virtud del declive cíclico que vivimos, llamado por los hindúes Kali-Yuga o Edad de Hierro, doctrina que, por lo demás, se encuentra en todas las tradiciones del mundo).
Los estudios de Fawcett provenían no solo del teosofismo - en el que participó su hermano y él mismo-, sino que además de fuentes escritas y los relatos orales.
No ahondaremos en quien fue Fawcett ni en sus investigaciones sudamericanas, pues ello está en gran parte resumido de manera clara e inteligente por Débora Goldstern, en su artículo “El misterio de P. H. Fawcett y las ciudades perdidas del Amazonas”, que pueden leer aquí:
http://cronicasubterranea.blogspot.com/2008/10/el-misterio-de-p-h-fawcett-y-las.html
Solo queremos llamar la atención sobre algo que Goldstern y otros han intuido: la importancia de la tablilla que en el libro de Fawcett se anexa. Y respecto a la cual deseamos dar una nueva luz.
A continuación la representación de aquélla:

Dicen que el misterio atrae al misterio. Y luego de releer el libro de Fawcett (el que leímos por primera vez en nuestra adolescencia), y fijar la vista varias veces en esa misteriosa lámina, recordamos que en otro texto había una similar. Al menos, así pensamos, un hombre con esa apariencia oriental y un tipo de escritura parecida…
Buscamos y encontramos.
En un librito llamado “El secreto de Colón. La flota templaria y el descubrimiento de América”, de David Hatcher Chidress (Ediciones Nowtilus, S.L., Madrid, 2005), en página 32, aparece la lámina que abajo mostramos, a la cual se acompaña la explicación siguiente: “Escritura secreta que supuestamente perteneció a una rama superviviente de los templarios. Extraída del libro de Arkon Daraul Sociedades secretas”
(Tablilla incluida en el texto “El secreto de Colón” de David Hatcher Chidress, tomada a su vez de “Sociedades secretas” de Arkon Daraul. Según ambos autores sería utilizada por los templarios.)
Si uno compara ambos dibujos es imposible no sorprenderse. Los paralelos son varios.
(Las dos imágenes)
En general, el estilo del trazado, el rostro y la vestimenta del hombre de Fawcett y la del que está al lado izquierdo del texto de Daraul, varios signos que aparecen en ambas imágenes; etc.
¿Qué se deseaba representar?
¿Quién era ese hombre que se repetía en ambas láminas? ¿Y aquél que lo acompañaba en el segundo dibujo, con apariencia de ser un ángel?
Y, finalmente, cómo se explicaba que en lugares tan diferentes y quizás tiempos distintos fuera posible encontrar tablillas con representaciones casi idénticas.
En fin, ¿cuál sería la relación entre una civilización perdida del Amazonas y la muy renombrada Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, es decir los templarios?
Las preguntas vuelan.
Y esperamos averiguarlo en nuestro próximo artículo…
martes, diciembre 23, 2008
EL MITO DE LOS CENTROS ESPIRITUALES OCULTOS Y EN ESPECIAL DE LA CIUDAD DE LOS CESARES
(René Guénon. “La crisis del mundo moderno”)
Toda tradición particular conoce la existencia de ciudades o lugares que de una u otra forma permanecen ocultos para los ojos de los profanos. Así es como en nuestro continente han tomado expresión a través de mitos como El Dorado, Cíbola, Trapalanda, y
(Mapa de una ciudad medieval construida conforme a principios de la arquitectura sagrada. Sin duda
Artículo publicado originalmente en revista BAJO LOS HIELOS
N°3. Marzo de 2000. Santiago. Chile. págs. 8-10.http://www.bajoloshielos.cl/
Últimas correcciones: diciembre de 2008.