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domingo, septiembre 27, 2015

EL MISTERIO DE LOS TÚNELES DEL DESIERTO DE ATACAMA (Sergio Fritz Roa)




 

(Desierto de Atacama. Fotografía del autor)




1.- DE LIBROS, PAISAJES Y HOMBRES

Como librero fui invitado el año 2011 a una feria del libro que se realizaría en Iquique, en el norte de Chile. Recién estaba empezando en el oficio y la idea me pareció atractiva. Estuve allí prácticamente un mes trabajando: unas dos semanas a la entrada del Mall de la Zofri (“Zona Franca de Iquique”) y una semana y media en la plaza de armas de la ciudad de Iquique. La experiencia fue bellísima: pude conocer a gente interesante y amable, y disfrutar de un paisaje muy distinto a la capital.




(Iquique. Algunos puestos de la feria de libros de julio de 2011. Fotografía del autor)


Me pude quedar en el departamento de un amigo, quien hacía unos pocos años había llegado a la ciudad, proveniente como yo de Santiago. Un día que tuvimos los dos libre, me llevó en su camioneta hacia Humberstone, el pueblo salitrero, que hoy se conserva como un museo. Tanto en ese viaje como en la ida y vuelta a Santiago, pude contemplar el Desierto de Atacama. Es un espectáculo impresionante: un silencio y soledad habitan allí, que nos sumergen en contemplación profunda. Se sabe que las momias más viejas han sido halladas no muy lejos de Iquique, en la ciudad de Arica. Y fue en el desierto de Atacama donde el padre Le Paige, jesuita (dato que deberá tenerse en mente) en San Pedro de Atacama, halló gran cantidad de esqueletos, momias y material lítico de la llamada “Cultura San Pedro”. Hoy en su honor existe el Museo Arqueológico R. P. Gustavo Le Paige, donde puede verse parte de sus hallazgos.

¿Quienes vivieron allí? La cultura Chinchorro, los atacameños y otros pueblos quizá muy anteriores. Sin duda, pueblos de los que sabemos muy poco y respecto a los cuales aun nos queda mucho por investigar y conocer. Aunque se establece que su llegada al norte dataría de unos 11.000 años atrás, no sería raro que próximas investigaciones nos lleven a periodos aun más antiguos.


 (Una momia en el Museo del Padre Le Paige)


Mi estadía fue muy curiosa, porque presencié un fenómeno rarísimo, que se llamó por algunos “Tormenta Roja”. La ciudad estaba con nubes púrpuras, hubo lluvia, frío y mucho viento. ¡Algo desconocido en el “desierto más árido del mundo”! También tomé unas fotos muy extrañas a mi regreso, cuando ¡incluso había nevado en ese páramo! Y escuché un relato sobre un curioso ser que se vio antes de la tormenta, como presagiándola (Ver: http://nyermia.blogspot.cl/2011/07/el-extrano-ser-de-iquique.html).


(Un hecho increíble: el desierto nevado. Fotografía del autor)





(Extraña fotografía tomada de regreso del norte en julio de 2011. Fotografía del autor)



Y, como dije, además de los conmovedores paisajes nortinos, pude conocer a personas afables y de gran interés. Entre ellas, a un hombre de una cuarenta y cinco a cincuenta años aproximadamente, quien me habló de la existencia de misteriosas cuevas en el norte, que no correspondían a las clásicas de piratas ni de mineros, sino unas que conectaban con extensos caminos subterráneos, pero que estaban en la actualidad cerradas… Nadie sabía quien o quienes la habían construido; pero era claro que provenían de tiempos previos a la llegada de los españoles a esta zona del mundo.

Como la conversación se dio en un momento en que yo estaba trabajando en la feria de libros, atendiendo al público, aquélla fue interrumpida y no duró más de media hora. Luego debí despedirme de este hombre, sin poder anotar sus datos.

Con los años, el interés por el misterio de los túneles del desierto de Atacama aumentaría en mí, al nivel de empezar a juntar material sobre el mismo.


2.- DONDE SE HABLA DE LA FUNDADORA DE LA TEOSOFÍA Y DE LO QUE HABRÍA OÍDO EN PERÚ Y ARICA


La fundadora de la “Sociedad Teosófica” (o teosofismo, según su crítico René Guénon), Helena Petrovna Blavatsky en uno de los tomos de “Isis sin velo”, se refiere a la existencia de un sistema de túneles en Perú y el actual norte de Chile. Uno de estos llegaría a “Trapaca y Cobijo”, debiendo entenderse por ello Tarapacá y Cobija.

Blavatsky menciona que cerca de Arica habría “una enorme y solitaria roca cortada casi a pico y sin visible enlace con la cordillera de los Andes. Era la tumba de los incas” .

Y también:


Una de estas losas intercepta la galería por la parte de Lima, y la otra por la de Bolivia. Esta última rama se dirige hacia el Sur y pasa por Trapaca y Cobijo, porque Arica no está muy lejos del riachuelo Payquina que separa Perú de Bolivia.

No lejos de allí se yerguen tres picachos andinos, distanciados en forma de triángulo. Según tradición, en uno de estos picos se abre la única entrada expedita de la galería que va al Norte; pero sin conocer los puntos de referencia que a la entrada encaminan, fuera en vano que un ejército de titanes apartara las rocas con intento de descubrirla. Y aun suponiendo que alguien diese con ella y llegara por la galería hasta la losa que cierra la cámara sepulcral, resuelto a derribarla, nada conseguiría, porque las rocas de la bóveda están asentadas de modo que, en tal caso, cegarían la tumba con todos sus tesoros. La cámara de Arica no tiene otra entrada que la abierta en la montaña inmediata al río Payquina. A lo largo de la galería que desde el Cuzco pasa por Lima hasta llegar a Bolivia, hay pequeños escondrijos, donde durante muchas generaciones acumularon los incas incalculables riquezas en oro y piedras preciosas” (“Isis sin velo”, H. P. Blavatsky, Edit. Sirio, Málaga, 2004, Tomo II, p. 321).


Esta interesante información será ampliada con posterioridad en un misterioso libro, cuya primera impresión americana (la primera edición fue en Inglaterra) tengo la suerte de poseer. Se trata de “Mysteries of ancient South America”, de Harold T.Wilkins (The Citadel Press, New York, 1956).


(Primera edición norteamericana de “Mysteries of ancient South America”, de Harold T.Wilkins. Fotografía del autor)

 

 (El mapa de “Mysteries of ancient South America”, donde se aprecia el dibujo de la roca de Ylo. Fotografía del autor)

El libro incluye un mapa sobre el sistema de túneles sudamericanos, como importantes datos al respecto. Así, por ejemplo, que entre 1848-1850 la fundadora de la Sociedad Teosófica habría estado en Perú donde oyó una curiosa leyenda sobre la tumba a la que se ha hecho mención más arriba. Como su relator no tenía los medios de ir a Arica, lugar donde estaría una entrada a este mundo subterráneo, será la misma Blavatsky quien irá. Será en la zona costera cercana a Arica, donde encontrará una gran roca con extraños jeroglíficos.

Wilkins nos indica que el túnel que se dirige hacia el sur finaliza en el Desierto de Atacama, cerca del Loa, en el llamado Paso del Indio Muerto.

El autor señala a continuación algo sorprendente, y donde ironiza de las autoridades chilenas:

When Bolivia had a port at Cobijo, her government, about 1850, heard rumours about this mysterious tunnel of gold and lost secrets, and, secretly, sent out agents to try to locate it. Alas for success, the quest met with exactly that attending the seekers of other old Inca caches! All in vain! Probably, the Chilenos are too matter-of-fact and unimaginative to waste time on such a quest, in what is now their territory ; and, perhaps, they may know nothing about it, in which case this book will bring to their bureaucratic knowledge a very rare secret!


Es decir, que el gobierno boliviano habría tenido información acerca de los túneles de oro y secretos perdidos, para lo cual habría enviado agentes. Pero, que debido a la Guerra del Pacífico, esto habría sido interrumpido. Como Chile triunfó, y Cobija pasó a ser de nuestro país, Wilkins dirá que como somos muy materilaistas y poco imaginativos para usar nuestros tiempo en estas búsquedas, aun se mantendrían estos lugares subterráneos como algo secreto. Pero… que gracias a él con su revelación escrita ahora tendríamos para nuestro “conocimiento burocrático” acceso esta información, un muy raro secreto…


 (El mapa de “Mysteries of ancient South America”, referido a la parte de los túneles subterráneos en territorio chileno. Fotografía del autor)


No deja de ser curioso, que los dos puntos centrales a los cuales se ha hecho referencia como centrales en los túneles del sector sur: es decir Arica y la antigua Cobija sean hoy territorios chilenos.

Y es precisamente en Arica, donde la leyenda dice que en el Morro habrían entradas misteriosas, hoy cerradas.


3.- UNA CIUDAD NO VISIBLE EN EL DESIERTO DE ATACAMA



(Vista aérea realizada por un dron de la supuesta ciudad perdida de Atacama. Fotografía de Holly Ahlberg)


Siguiendo con los misterios de Atacama, hace poco tiempo Holly Ahlberg, una mujer de 79 años, usando en Arizona, su computadora personal, habría hallado a través de Google Earth,en lo que sería el Desierto de Atacama los restos de una antigua y desconocida ciudad.

Amistades de ellas pudieron venir a Chile y usaron un dron que habría ido a la zona y tomado fotografías del lugar. La extensión de estas ruinas sería la de Manhattan, por dar un ejemplo.

Lo curioso es que lo que se ve desde el cielo es mucho mayor a lo observado en la superficie. En esta hallaron restos de alfarería y un esqueleto, entre otras cosas.
Esta información puede leerse completa acá: http://www.messagetoeagle.com/atacamcrediblediscov.php#.VgdV699_Okp

Todo esto recuerda un poco la leyenda de la Ciudad de los Césares, que se presenta desde el centro hacia el sur de Chile y que nos habla de un lugar donde el oro está presente en calles, iglesias, etc. Allí viven hombres sabios e inmortales. La ciudad es invisible a los ojos de la mayoría y al parecer va cambiado de ubicación.

Para quienes deseen conocer más sobre esta leyenda pueden leer mis artículos:
-"El mito de los centros espirituales ocultos y en especial de la Ciudad de los Césares”: http://nyermia.blogspot.cl/2008/12/el-mito-de-los-centros-espirituales.html
-"Un centro tradicional en América del Sur”:


4.- SOBRE LA ORDEN DE LOS JESUITAS Y LOS SUBTERRÁNEOS

Relacionado con todo este tema, es muy factible que se halle el de “los subterráneos de los jesuitas”. Desde hace mucho tiempo, se ha creído en Chile que éstos establecieron en Santiago, Buin y Calera de Tango, por solo mencionar algunos puntos de la Región Metropolitana, una cadena de túneles que conectaban a sus templos, colegios y dependencias.

La leyenda ha originado crónicas y libros.

No es éste el momento para entrar en detalles sobre este importante asunto. Solo queremos, por ahora, poner atención en la posibilidad que los jesuitas hallan tenido conocimiento de una red de túneles que provenía de pueblos antiguos americanos, y que con toda posibilidad ellos mismos pudieron usar en ocasiones.

No deja de ser curioso que el mismo padre Le Paige haya sido jesuita como lo fuese el padre Karl von Haibhausen (conocido acá como Carlos Haymhausen), padre de la industria en Chile, quien se hallaría relacionado con uno de los mayores enigmas nacionales y por supuesto con el Mundo Subterráneo. Ver al respecto los trabajos de mi amigo Rodolfo Novakovic en su blog: http://rodolfo-novakovic.blogspot.cl/ También pueden atender a la entrevista que le realicé en mi programa “Torre de Babel: Encuentros con hombres notables”: https://www.youtube.com/watch?v=SgZV33CDaQI

También lo fueron el padre Mascardi, buscador de la Ciudad de los Césares, y su amigo, el célebre Athanasius Kircher, autor de un hermoso libro cuyo título es bastante pertinente para nuestra investigación: “Mundus Subterraneus”...


5.- PARA TENER PRESENTE

Grandes investigadores sudamericanos como la argentina Débora Goldstern y el ecuatoriano Manuel Palacios, (con quienes mantengo amistad desde hace años y con quienes he podido intercambiar valiosa información en torno a los orígenes de Nuestramérica) han dedicado parte importante de sus vidas al estudio de las civilizaciones americanas más antiguas como a la presencia de lo que podría llamarse “el Mundo Subtérraneo”. Por tanto, para quienes deseen una visión más general del tema los remito a los estudios que ellos han realizado de manera magistral y desinteresada. La obra de Juan Móricz, el húngaro que vivió varios años en Argentina, y que sacó a la luz pública el enigma de la Cueva de los Tayos (Ecuador), y que fue difundida en los medios masivos por la obra “El oro de los dioses” de Erick von Däniken “, ha de considerarse como esencial en esta materia. También es interesante el trabajo realizado en Cuzco por Anselm Pi Rambla (Ver: http://www.koricancha.net/tuneles.html)



Yo, de manera más humilde, en esta oportunidad he querido dejar ciertas pistas de un aspecto de este interesante y amplio tema, en relación con una zona geográfica específica. El presente es solo un esbozo de una investigación más profunda, que iremos dando a conocer con posterioridad.

martes, abril 16, 2013

¿ENTRADAS AL MUNDO SUBTERRANEO EN LA ANTARTIDA? (Sergio Fritz)





La Antártida siempre ha sido para nosotros el lugar del misterio. Al ser la región de la Tierra menos explorada mantiene por tanto grandes secretos.

Esto ha generado una serie de tesis sobre lo que allí moraría que sería largo de explicar en esta ocasión. Los interesados en estas cuestiones, pueden leer un artículo de nuestra autoría aquí: http://www.bajoloshielos.cl/antarthpl.pdf

Ahora, queremos llamar la atención a un descubrimiento que en el caso eventual de no ser una construcción de orden artificial, es al menos desde un punto de vista científico algo del todo interesante.

En http://www.abovetopsecret.com/forum/thread495433/pg1 se nos muestran fotografías de unas posibles cuevas en la Antártida (4). Las estructuras de las cuevas abiertas, que son 2, como además  lo que sería el camino de entrada no parecen naturales. De especial interés es el hecho que están las 4 en una misma línea recta-

(Las cuatro posibles construcciones en la Antártida se ubican en la misma línea recta y no muy lejos)


En dicha página se ha generado un buen y largo debate acerca de si  lo que muestran las fotografías corresponde a algo artificial o no.

En el caso de tratarse de estructuras creadas por tecnología: ¿quiénes fueron sus constructores? ¿Hombres del pasado, actuales o extraterrestres? ¿Serán intraterrestres o habitantes de la superficie? ¿O serán los nazis del IV Reich que habitarían según ciertos documentos sectores antárticos?








Las posibilidades son muchas. No está en nosotros dar un veredicto. Esperamos en próximos trabajos referirnos más al continente de hielo.

Mientras, el sonido del viento antártico parece preguntar: ¿Quién llama en los hielos?


jueves, septiembre 23, 2010

CHARLA SOBRE ROSACRUCES Y JESUITAS Y SU BÚSQUEDA DE LOS CENTROS ESPIRITUALES OCULTOS EN AMÉRICA DEL SUR



(Primera lámina del "Typus Mundi", un texto con grabados realizado por jesuitas, de claro contenido alquímico. Este dibujo es excepcional y no ha sido incluido en las últimas ediciones del T.M. Vemos a san Ignacio de Loyola, fundador de la orden jesuítica de pie sobre América. También es interesante la orientación del mundo, que no es la habitual, pues América del Sur figura hacia arriba).

El día domingo 26 de Septiembre de 2010 a las 11:30 en la sala F.Heinlein del Centro Cultural Montecarmelo, en Providencia, Santiago daré una charla sobre la búsqueda de los centros espirituales ocultos, especialmente de la Ciudad de los Césares, por rosacruces y jesuitas.

Hablaré del imaginario rosacruz y especialmente jesuitico que se construyó en base a América del Sur como las tierras del Preste Juan, o Rey del Mundo.

Daré información novedosa sobre la presencia en nuestro continente de estas dos agrupaciones, haciendo hincapié en su residencia y viajes en Chile y Argentina, considerando su conocimiento esotérico.

Están todos invitados. La conferencia es gratis.

Los espero.

jueves, octubre 15, 2009

Sergio Fritz Roa - Un guenoniano en los Andes -Débora Goldstern


Entrevista realizada por la investigadora y webmaster del sitio Crónica Subterránea,
Débora Goldstern.
Fuente: http://cronicasubterranea.blogspot.com/




Cuando iniciamos Crónica Subterránea pensamos que este sitio tendría una tarea solitaria, entendiéndose poco la tarea emprendida desde este espacio. Sin embargo hace muy poco descubrimos que existen otras voces, compañeros de ruta, sintonizando la misma visión.

Este hallazgo llevó a conectarnos con Sergio Fritz Roa,


[1], que a través de Geografía Sacra, irradia un mensaje enriquecedor, que hoy deseamos presentar a los lectores del blog. Este guenoniano dedicado, esoterista de rango, así como escritor y estudioso de nuestra América pasada, es un invitado digno, que lleva la palabra “entrevista” hacia otro escalón, y que resulta imperdible lectura para profundizar en los temas que también son materia de éste blog.


En tu escrito “El mito de los centros espirituales ocultos y en especial de la Ciudad de los Césares ”, se brinda una reseña magistral sobre el significado de los centros tradicionales americanos asociado a lo “subterráneo”. Se enfatiza el carácter esotérico como vía de abordaje e introducción, a un tema que disociado de este factor, no encuentra la recepción debida perdiéndose en vericuetos confusos, donde lo fantástico y legendario son moneda corrientes. Creo que uno de los grandes problemas con los cuales se enfrenta este tema, es la negación del aspecto iniciático, que sin las claves correctas se transforma en vía muerta.

Efectivamente, no habrá comprensión real y absoluta de lo que denomino “centros espirituales ocultos” (Aghartta, Ciudad de los Césares, Paititi, etc.) mientras no se los encuadre dentro de una visión que sólo el esoterismo puede dar. Para ello, la doctrina cíclica (las cuatro edades del mundo: edad del Oro, de la Plata, Bronce y Hierro; sapiencia que por lo demás es universal y no solo propia de los antiguos griegos) y la geografía sacra nos serán útiles. Ello por cuanto el ocultamiento actual de dichos centros de sabiduría se debe al nivel de involución espiritual en que se encuentra la humanidad. Oscuridad –precisamente, la Edad de Hierro es la que vivimos, la cual es regida por la diosa Kali y que se caracteriza por una fuerte densificación de las cosas, incluso del tiempo- que dice relación con la radical separación microcosmo-macrocosmo que ha creado el modernismo, y que se expresa en el antropocentrismo, la destrucción ecológica, la masificación, el racionalismo, etc.

Debido al carácter iniciático de estas doctrinas, no todos podrán lograr una aprehensión real de lo que significan los centros espirituales ocultos. Pues no se trata de arqueología, de búsquedas de tesoros o mera comprobación de hermosas leyendas. Lo que está en juego es la valiosa posibilidad de contactarse con una realidad metafísica y por tanto de transmutarnos. Y ello tiene un alto costo, no precisamente mercantil…


A tu faceta esotérica se complementa la de un estudioso del pasado americano, en especial, los Andes, algo que en lo personal me identifica mucho. Antes de pasar a los descubrimientos que hace poco diste a luz, hay un tema que quiero desarrollar, y que se centra en la visión de algunos autores, sobre la historia de nuestro continente. Sudamérica en especial es donde la creencia de los “dioses blancos” cuenta con más difusores, idea, que fue compartida en gran medida por Jacques de Mahieu, y Miguel Serrano, entre otros. ¿Coincidís en esta postura?

Sí y no. La respuesta puede parecer ambigua, pero me explicaré:

Sí, toda vez que efectivamente las mitologías americanas recogen la creencia que los fundadores de ciertos pueblos de este continente eran blancos y barbados. De allí las leyendas sobre Bochica, Quetzacoatl, Viracocha, etc. A ellos se los asocia normalmente con el símbolo de Venus y también con la cruz. Pero la presencia “blanca” precolombina no solo se encuentra en la mitología y las leyendas, sino en infinitud de hechos, como las similitudes entre el arte de Tiahuanacu y las esculturas medioevales, el lenguaje rúnico en piedras de New England (USA), residuos de pueblos blancos (por ejemplo, lo que indican los cronistas respecto de Boroa, en el sur de Chile), etc...

No, toda vez que estos autores suelen ser algo unilaterales a la hora de hablar de los primeros habitantes de estas tierras o al menos de los creadores de cultura. En efecto, motivados por sus propias visiones políticas han querido solo ver la presencia blanca en América, olvidando que habría muchos más pueblos que pudieron estar en estas tierras. Por ejemplo, la presencia islámica precolombina es un tema que solo recién empieza a llamar la atención. Al respecto recomiendo el libro del Dr Abdullah Hakim Quick, “Deeper roots, Muslims in the Caribbean from before Columbus to the present”, donde se nos habla de la presencia islámica en América, incluso antes de la llegada de Colón (caso del geógrafo Abu ´Abd Allah Muhammad al-Idrisi, hacia 1150 DC); como de pueblos negroides, los que son representados en unas piedras halladas en el Yucatán, y cuya data estaría entre 800 y 654 A.C. También se sabe de evidencias chinas, fenicias, bereberes, egipcias, etc. Respecto a estos últimos, las investigaciones de Oscar Fonck como de Barry Fell parecen demostrarlo. Por otro lado, no solo blancos europeos (sean éstos vikingos, templarios o misioneros cristianos) pudieron haber llegado, sino judíos y romanos, tal como algunas investigaciones parecen demostrar.


Otro de los grandes interrogantes en cuanto al pasado del continente, lo constituyen los túneles que se extienden por la cordillera, que nos remite otra vez al tema subterráneo. Generalmente estas construcciones son tratadas por los arqueólogos y estudiosos en general, como algo anómalo y no integrado en el puzzle andino, que a su vez es el epicentro donde se asientan estas construcciones ciclópeas. Hay como una permanente disociación que buscan desvincular “piezas incómodas”, y que no encajan en la historia establecida para América.

Tienes razón, pues la historiografía oficial es bastante conservadora. Por ejemplo, las investigaciones que pueden cambiar la manera de datar la historia americana, son normalmente silenciadas o criticadas brutalmente. Oscar Fonck, al que he citado recientemente, nunca contó en Chile con la ayuda oficial, a pesar de sus grandes investigaciones. Y hay otros casos, por ejemplo, el mismo De Mahieu… Sus trabajos son sorprendentes y merecen estudios profundos de parte de quienes tienen los medios económicos y técnicos, es decir los científicos oficiales… ¿Quién de ellos hasta ahora los ha profundizado?... Y ¿qué pasó con las “momias blancas” halladas en Perú? ¿O cuál es la explicación dada por la ciencia oficial a la estatuilla barbada que se encontraría en el Museo Dillman Bullock? De todas maneras, pese al conservadurismo de la ciencia oficial, hay muchas personas que están tratando de abrir horizontes en estos temas, y así como hoy incluso los científicos ya aceptan la existencia de agua en la Luna y en Marte, cuestión que era anatema hasta hace poco, en algún momento deberán reconocer que varios de los descubrimientos para ellos considerados acientíficos son evidencias concretas.


Pasemos a uno de tus descubrimientos: los
Mapas Líticos. ¿Cómo se inicia este hallazgo, que desde su aparición concitó la atención internacional?

Mucha observación y algo de intuición. En una caminata a la zona andina cercana a San Esteban, me percaté de una piedra en el suelo que tenía una imagen muy curiosa, parecida a un mapa de Sudamérica. Posteriormente en la misma zona hallé otra que representaría el contorno sudamericano y parte de lo que sería el oeste de Africa. Y luego un posible mapa que me cuesta definir si se refiere a Eurasia o a otro continente. En estos casos, he preferido la prudencia y he hablado de “posibles mapas líticos”, pues hay un margen de posibilidades que se trate de vetas de las piedras, aunque sea rarísima coincidencia hallar todos estos objetos en un perímetro de menos de un kilómetro. Por lo demás, no sería la primera vez que se encuentran en Chile esta clase de mapas líticos. Otro joven investigador, llamado Rafael Videla, ha descubierto en la zona andina del Maule otra representación americana. Ello, acaeció según Videla, el 2005. Como puntos en común se trata de mapas líticos encontrados en Los Andes, cerca de lugares arqueológicos (en el caso de Videla cerca de la misteriosa zona llamada El Enladrillado; y en el mío de un lugar donde la cultura Aconcagua repletó de petroglifos las rocas), y que representan América. En caso de ser dibujos realizados por manos humanas, surgen interesantes preguntas. Desde ya, ¿quiénes fueron sus dibujantes? ¿Y qué tipo de conocimiento les permitió dibujar con precisión el contorno americano?

¡Hay que estar atento a lo que la naturaleza nos quiere decir!

Otro interesante estudio que sacaste a la luz fueron
“Los megalitos de El Quisco y su simbolismo protohistórico”. Sin tuda su investigación revela que una cultura desconocida se extendió en América, y que podría tratarse de una civilización autóctona, concepto que no me resulta desconocido, ya que personalmente pienso que además de las migraciones registradas, este continente desarrolló una cultura propia, y cuyos vestigios más visibles se encuentran en las grafías halladas, que marcan una lengua aún más antigua que la de sus propios lugares de origen. Eso no lleva a pensar que quizás en un tiempo remoto, América exportó está civilización hoy ignorada.

A diferencia del caso de los posibles mapas líticos, en el cual por el momento no deseo afirmar en un 100% que se trata en todos los casos de figuras confeccionadas por el hombre; por el contrario, los megalitos de El Quisco no me merecen duda alguna, debido a la cantidad y forma de aquéllos. El conjunto constituye lo que sería un centro ceremonial o astrológico, o ambos a la vez. Allí hay formas pétreas que representan animales como tortugas, jabalís, ranas, etc. Y también hay de rostros de hombres, con sus tocados. Hay una similitud con los gigantes líticos de Marcahuasi y unidad conceptual con el “Intihuatana” de Rocas de Santo Domingo, a pocos kilómetros de El Quisco. Creo que estos dos centros (El Quisco y Santo Domingo) pueden ser efectivamente autóctonos; o en su defecto restos de una cultura de origen norafricano (egipcio, libio, etc.) asentada en la zona central chilena.

Respecto a lo último que señalas, habría mucho que decir. El difusionismo (es decir, la creencia que ya desde tiempos remotos existió intercambio marítimo entre los cinco continentes) parece estar en lo correcto. La teoría del aislacionismo no solo es un insulto para las inteligencias toda vez que considera que solo los europeos (y ¡solo desde el s.XV!) podrían haber llegado a estas latitudes y no viceversa, sino que además considera los océanos y mares no como puentes sino como barreras, lo cual es inexacto no solo históricamente sino que es cuestión de preguntarle a los marinos cómo consideran el mar; si como un muro o como senderos. Acerca de este interesante tema, la obra de Roberto Rengifo, un investigador chileno que llegó incluso a dictar charlas ante la Sociedad Científica de Chile en las primeras décadas del s.XX, se presenta de vital interés. Esto último, abro aquí un paréntesis, demuestra el gran nivel de apertura de los científicos chilenos de fines del s.XIX y principios del XX. Este caso no es aislado, también es prueba de dicha apertura el hecho que el gran erudito nacional José Toribio Medina dedicará decenas de páginas de su clásica obra de 1882, “Los aborígenes de Chile”, a las tesis de poblamiento americano y chileno, incluyendo muchas que jamás los historiadores posteriores se han atrevido siquiera mencionar en sus “manuales”. Volviendo a Rengifo, él postuló que la humanidad surgió en la Antártica y que luego la cultura se desarrolló en Chile, para difundirse por todo el mundo. La migración para Rengifo siguió un proceso sur-norte, y desde América se expandió la cultura a todo el mundo. Aun cuando hay ideas en Rengifo que son frágiles y cuestionables, estoy seguro que su obra exige un estudio serio y completo, pues puede aportar información y líneas de pensamiento considerables.


Retomando nuestra línea esotérica, me sumerjo en la concepción guenoniana en cuanto a la tradición subterránea, que reflejó en su escrito mayor
El Rey del Mundo. Creo que desconocer este escrito, hace perder un hilo muy importante cuando se trata de profundizar en estos misterios. De nuevo subrayo que sin una base esotérica la comprensión sobre el “mundo subterráneo”, queda desdibujada, convirtiéndose muchas veces en una caricatura. Además en El Rey del Mundo, Guénon pone las cosas en su lugar en cuanto al papel de Agartha como centro primordial.

Sí, estoy de acuerdo. En “El rey del mundo”, Guénon expone la teoría de los centros espirituales ocultos, en especial del Aghartta, tema que en aquellas décadas causaba gran polémica en los medios cultos, debido a dos libros: “Misión de la India en Europa” de Saint-Yves d'Alveydre y “Hombres, dioses, bestias” de Ferdinand Ossendowski. Estos textos junto al de Guénon, constituyen una imprescindible trilogía sobre Aghartta. En lo personal, creo que Guénon aprovechó la oportunidad de hablar sobre la doctrina de los centros espirituales, rectificando algunos puntos, y aclarando varias cuestiones al respecto, que los libros anteriores no supieron dilucidar. El metafísico de Bloy pudo integrar el “mito” de Aghartta a un asunto más complejo, que dice relación con lo que el esoterismo islámico llama Tasarruf. Digo lo anterior, porque si uno lee primero el texto de Saint-Yves d'Alveydre lo encontrará un texto flojo, incluso poco serio, mezcla de idealismos “esotéricos” con miradas políticas, etc. Y, por su lado, si únicamente leemos el de Ossendowski creeremos que Aghartta y el Rey del Mundo son solo leyendas asiáticas. La lectura de la obra guenoniana aquí se hace imprescindible, contextualizando las temáticas señaladas e incorporando a Aghartta dentro de la geografía sagrada.


En sintonía con el tema de Agartha, hace poco inicié una serie de reflexiones sobre aquello que a mi entender desvía del camino, en cuantos a los estudios del mundo subterráneo. Un ejemplo clásico, que señalo como error, es cuando se enuncia “Agartha, capital Shambhala”. Teniendo en cuenta que Agartha nace de la mano de Saint Alveydre, que lega su visión en
Misión de la India en Europa, publicado a fines del siglo XIX, resulta por lo tanto muy posterior a Shambhala, que si encuentra un ligazón histórico, mucho más extenso. Sin embargo para muchos estudiosos está asociación es indivisible, y no parece preocupar la confusión.

En estas materias hay mucha confusión. Las razones de ello se deben a varios problemas. Desde ya, la escasa cualificación de quienes pretenden tratar estos asuntos; falta de conocimientos lingüísticos; mucha desviación intencionada (la “contrainiciación” de la cual hablaba Guénon); etc. Además, la misma naturaleza de los temas signados no es fácil. También, se debe considerar la problemática de las fuentes. No creo que Saint Alveydre u Ossendowski hayan inventado Agarttha. Guénon demuestra que ello no fue así. Sin duda, las fuentes utilizadas por estos autores, como sus propias vivencias, son distintas a las recogidas por otros autores, especialmente exploradores; pero esto en nada niega la existencia de un Aghartta.

Una visión que también legó Guénon, fue el misterio de la contrainiciación, y que en algún punto lo asociaba al mundo subterráneo. Sin embargo la caverna como símbolo, está vinculado al renacimiento espiritual, que luego de un proceso iniciático, posibilita el acceso al interior actualmente no visible. ¿Es posible reconciliar conceptos tan disímiles?

En el caso de los símbolos hay en muchas situaciones una pluralidad de significados. Los símbolos no siempre son unívocos. Por ejemplo, el simbolismo del dragón. Mientras que para los chinos representa la divinidad y lo sagrado; para los cristianos medievales, en cambio, era la representación del mal.



Respecto de las cavernas y en general el mundo subterráneo ocurre algo parecido. Desde cierta óptica son la residencia de las energías inferiores. Por ello, es en el inframundo donde moraba Hades en la antigua mitología griega. Pero no olvidemos que por otro lado la caverna tiene un claro significado iniciático. Se dice que los machis de los mapuches eran iniciados precisamente en las cuevas de los montes. La caverna alude a la matriz, a la fuerza generadora, al caos primordial. Es un retorno al origen.

En cuanto a la contrainicación, cabe recordar que para Guénon la mejor representación de ésta a nivel geográfico más que las cavernas eran las llamadas “Torres del Diablo”, las cuales ocupaban parte importante de su correspondencia con el rumano Vasile Lovinescu.


Desde hace unos años se está hablando de un despertar espiritual que tiene como base nuestro continente, en especial Sudamérica. Más allá de los “cotilleos new age”, ¿podemos asentir con esta realidad, que muchos místicos vienen sosteniendo, y que en el pasado tuvo al Tíbet como centro mayor?

Más allá de los dichos por “maestros”, “iluminados”, etc. sobre esta traslación energética, no hay duda que los americanos, y sudamericanos en especial, tenemos una tierra santa y una gran labor. Respecto a esto último se hace necesario en primer término una depuración espiritual. En la gran mayoría de los casos, no somos aborígenes ni descendientes de ellos ni europeos. Nuestra visión no debe ser por tanto ni el indigenismo ni el europeísmo. Hemos nacido en esta mágica tierra por algo y debemos alejar de nuestro ser la imitación servil de patrones europeos y estadounidenses, como también el simplista modo de pensar que solo lo indígena tiene que ver con este paisaje. En los siglos que han pasado, aquél se ha ido modificado y la naturaleza ha perdido su carácter sagrado. Masas de hombres y mujeres caminan como zombies en las ciudades de cemento, en una vida rutinaria y materialista. Los jóvenes están desencantados de la vida y por ello imitan cualquier moda que provenga de afuera. La falta de reflexión, unida a una sed de rebeldía muchas veces sin sentido, no llevará a nada positivo. Debemos, en segundo lugar, estudiar lo antiguo. Los orígenes. Finalmente, lo que es más importante: amar este continente. Sentir con todo nuestro ser la solemnidad de la arquitectura inka, el frío de las montañas andinas, la aridez del Desierto de Atacama, la selva amazónica, observar los petroglifos plasmados en todos los países sudamericanos, nutrirse de las viejas leyendas. En fin, no transformarnos en depredadores, sino hacernos uno con este glorioso paisaje. Solo así podremos estar preparados para el momento crucial en que Enlil o Eldorado abran sus puertas áureas.

Segio Fritz, infinitas gracias!

-Las gracias son para ti, pues has sido muy amable en entrevistarme, a la vez que has hecho preguntas que me parecen son mejores que mis respuestas-.


[1] Escritor, ensayista y conferenciante chileno, estudioso de metafísica tradicional, religiones comparadas y simbolismo hermético. Es Director de la revista "Bajo los Hielos. Tradición y Poesía Trascendente". Es autor de la novela «El Jardín de Trincheras» (Ediciones Bajo los Hielos, Santiago de Chile, 2003; próxima edición en italiano a través de la editorial Nuovi Cieli e Nuova Terra) y coautor de la enciclopédica obra "Codex Templi" (Aguilar, Madrid, 2005), Ha sido incluido en el libro de fantasía y ciencia ficción chilenas "Poliedro I" (Primeras ediciones, Rancagua, 2006), y coautor de "Templarios: cruz y medialuna" (Ediciones Bajo los Hielos, 2007). Prologó el ensayo sobre religiones comparadas “Los rayos de la rueda. Los caminos de la religión” de Raúl Mera M. (Editorial Forja, Santiago de Chile, 2008). Es además autor de varios artículos sobre espiritualidad tradicional y Literatura Fantástica.

Ha publicado artículos en distintas revistas europeas y americanas, entre ellas: «L’Idea. Il Giornale di Pensiero» (Italia); «Lhork», (España); «Ciudad de los Césares» (Chile), «Casa del Tiempo» (México); y «Serpiente Emplumada» (Perú). Ha sido exponente en el Primer Encuentro de la América Románica (Palacio La Rioja, Viña del Mar, Chile, 1996) y en las Semanas Guenonianas de Buenos Aires los años 2004 y 2007(Biblioteca del Congreso de la Nación, Buenos Aires, Argentina).

Ha dictado cursos sobre “Religiones Comparadas”, “Antropología Integral” y realizado investigaciones de carácter simbólico para universidades chilenas. Prepara una serie de libritos acerca de la historia de la filosofía hermética y la alquimia en América.

Algunos sitios webs que dirige:

Revista Bajo los Hielos
Estudios sobre Sufismo
Geografía Sacra
Mercurio Radiante

lunes, septiembre 28, 2009

LA TABLILLA DE FAWCETT Y EL MISTERIO DE AMERICA I (Sergio Fritz Roa)

(Percy Harrison Fawcett)


Percy Harrison Fawcett es uno de los exploradores más renombrados que ha inspirado a otros investigadores, escritores y guionistas de cine. Su interés no solo era la búsqueda de territorios vírgenes. Además era un hombre profundamente ligado a asuntos arqueológicos, que deseaba acercarse a las ciudades perdidas americanas (muchas de las que son en nuestro concepto centros espirituales que con el tiempo se han ido ocultando a los ojos de la gran mayoría de los hombres, en virtud del declive cíclico que vivimos, llamado por los hindúes Kali-Yuga o Edad de Hierro, doctrina que, por lo demás, se encuentra en todas las tradiciones del mundo).


Los estudios de Fawcett provenían no solo del teosofismo - en el que participó su hermano y él mismo-, sino que además de fuentes escritas y los relatos orales.


No ahondaremos en quien fue Fawcett ni en sus investigaciones sudamericanas, pues ello está en gran parte resumido de manera clara e inteligente por Débora Goldstern, en su artículo “El misterio de P. H. Fawcett y las ciudades perdidas del Amazonas”, que pueden leer aquí:


http://cronicasubterranea.blogspot.com/2008/10/el-misterio-de-p-h-fawcett-y-las.html


Solo queremos llamar la atención sobre algo que Goldstern y otros han intuido: la importancia de la tablilla que en el libro de Fawcett se anexa. Y respecto a la cual deseamos dar una nueva luz.


A continuación la representación de aquélla:



Imagen incluida en el libro “Exploración Fawcett” de P.H.Fawcett, que publicara el año 1953 en Santiago de Chile la Editora Zig-Zag. La explicación que acompaña a la lámina es la siguiente: “Se supone que esta estatuitilla de diez pulgadas, esculpida en basalto negro, procede de alguna de las antiguas ciudades perdidas de Brasil”

Dicen que el misterio atrae al misterio. Y luego de releer el libro de Fawcett (el que leímos por primera vez en nuestra adolescencia), y fijar la vista varias veces en esa misteriosa lámina, recordamos que en otro texto había una similar. Al menos, así pensamos, un hombre con esa apariencia oriental y un tipo de escritura parecida…

Buscamos y encontramos.

En un librito llamado “El secreto de Colón. La flota templaria y el descubrimiento de América”, de David Hatcher Chidress (Ediciones Nowtilus, S.L., Madrid, 2005), en página 32, aparece la lámina que abajo mostramos, a la cual se acompaña la explicación siguiente: “Escritura secreta que supuestamente perteneció a una rama superviviente de los templarios. Extraída del libro de Arkon Daraul Sociedades secretas”



(Tablilla incluida en el texto “El secreto de Colón” de David Hatcher Chidress, tomada a su vez de “Sociedades secretas” de Arkon Daraul. Según ambos autores sería utilizada por los templarios.)



Si uno compara ambos dibujos es imposible no sorprenderse. Los paralelos son varios.


(Las dos imágenes)

En general, el estilo del trazado, el rostro y la vestimenta del hombre de Fawcett y la del que está al lado izquierdo del texto de Daraul, varios signos que aparecen en ambas imágenes; etc.


¿Qué se deseaba representar?


¿Quién era ese hombre que se repetía en ambas láminas? ¿Y aquél que lo acompañaba en el segundo dibujo, con apariencia de ser un ángel?


Y, finalmente, cómo se explicaba que en lugares tan diferentes y quizás tiempos distintos fuera posible encontrar tablillas con representaciones casi idénticas.


En fin, ¿cuál sería la relación entre una civilización perdida del Amazonas y la muy renombrada Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, es decir los templarios?


Las preguntas vuelan.


Y esperamos averiguarlo en nuestro próximo artículo…

martes, diciembre 23, 2008

EL MITO DE LOS CENTROS ESPIRITUALES OCULTOS Y EN ESPECIAL DE LA CIUDAD DE LOS CESARES

Ya, ciertamente, el espíritu tradicional se repliega en alguna medida sobre sí mismo y los centros donde se conserva íntegramente se hacen cada vez más cerrados y difícilmente accesibles”.
(René Guénon. “La crisis del mundo moderno”)





Toda tradición particular conoce la existencia de ciudades o lugares que de una u otra forma permanecen ocultos para los ojos de los profanos. Así es como en nuestro continente han tomado expresión a través de mitos como El Dorado, Cíbola, Trapalanda, y la Ciudad de los Césares, por sólo mencionar algunos ejemplos.

Esto que aparece como un hecho conocido por todo tipo de personas (para quienes, sin embargo, sólo se trataría de “leyendas”, y no de mitos, como en verdad han de entenderse) y que por tanto podemos presenciar como un hecho respecto del cual existe cierto consenso en cuanto a su existencia en forma paralela al mundo ordinario, sin embargo, parece no conocer de una interpretación respecto del porqué de aquéllo. Es decir, si bien el conocimiento profano admite las “leyendas” que hablan acerca de este tipo de lugares, no da en cambio respuesta que esclarezca su origen y finalidades.

El conocimiento tradicional puede ayudarnos a revelar algunos aspectos de este enigma.

En primer lugar, hemos de decir que la referencia a lugares como Agartha, El Dorado y otros que poseen las mismas características, se ha de entender a puntos de la Tierra que poseen la virtud de ser sagrados. Y esto sea porque resguarden en su interior algo de caracteres divinos (por ejemplo, servir como protección de un símbolo o ser portadores de la Verdad), o porque son en sí mismos lugares fundamentales cósmicamente. De una u otra forma siempre implican un centro tradicional, lo que es lo mismo que decir sacro.

Otra característica que hemos de expresar respecto de estos sitios, es el hecho de estar ocultos o prohibidos al mundo exterior (profano). Esto es tan importante como la primera indicación. Si son secretos es porque son receptores de una enseñanza y energía del todo límpida, que nada tiene que ver con el medio actual, es decir la Edad Oscura o Kali-Yuga, donde se provoca una inversión de los valores tradicionales, siendo la ignorancia y desviación las leyes que rigen el planeta. Hechos significativos de esta temible edad lo constituyen los siguientes, por sólo mencionar algunos: la apertura del Japón tradicional al Occidente capitalista, la revolución bolchevique en Rusia, y la invasión china al Tibet , hecho último que significó la destrucción de templos y el ocultamiento de los documentos más relevantes del budismo tibetano y que ha significado la obligada apertura de esa tradición al mundo moderno, perdiendo a nuestro juicio mucha de su primigenia fuerza al mezclarse con componentes de la modernidad.

La manifestación de lo sagrado en dichos sitios es señalada por las “leyendas”, las cuales nos indican que allí habría construcciones gigantescas, elaboradas con el áureo mineral; que son habitadas por hombres que poseen conocimientos vedados para quienes moran en las ciudades visibles a los ojos profanos; y demás datos semejantes, todos los cuales hacen evidente que no se trata de lugares comunes, y por tanto ajenos a la oscuridad actual.


(Mapa de una ciudad medieval construida conforme a principios de la arquitectura sagrada. Sin duda la Ciudad de los Césares también habría sido configurada de acuerdo a los mismos)

La Ciudad de los Césares es por antonomasia el lugar sagrado del Cono Sur. El mito lo podemos hallar tanto en Argentina como en Chile, siendo en cuanto a lo esencial el mismo, variando sólo los matices, como por ejemplo el de su ubicación.

Uno de los aspectos importantes de la Ciudad de los Césares es además de la obvia referencia imperial que hallamos en su nombre, el ser la contrapartida del Norte del ciclo actual. Así, la Ciudad de los Césares ha de corresponder a la entrada al Sur del mundo. Es, por tanto, su corazón y centro. De aquí que no sólo sea un lugar sagrado, sino uno de los fundamentales, ya que por ella se entra al “sexo” del mundo, el primer chakra, punto necesario para ascender y lograr la unidad con el todo celestial. Quienes protegen la Ciudad, de alguna manera protegen la vida misma de este mundo.

En último término hemos de resaltar el elemento inmortalidad que caracterizaría a sus habitantes. Esto acentúa su carácter o conexión directa con lo que es divino; otorgándoles a aquellos seres, una condición propia de otra humanidad; o, mejor aún, no humana. La inmortalidad es, además, un rasgo de conocimiento tradicional; pues éste no muere, sino que es eterno. Lo que se guarda en la Ciudad es la Gnosis, la Tradición Primigenia y Unánime, para estas tierras súricas.

De estas consideraciones podemos concluir que si la Ciudad de los Césares existe -lo cual, por si un lector poco atento no ha captado todavía, afirmamos con plena seguridad- tal ubicación no ha de hallarse jamás en sitios que no sean subterráneos u ocultos (y esto, ya lo dijimos basándonos en René Guénon, porque dado que la presente época es el Kali-Yuga, el conocimiento para que realmente esté protegido ha de alejarse ya no únicamente de los grandes centros urbanos o “civilizados”, sino que además ha de huir hacia abajo, lo cual representa además el movimiento de descenso espiritual que domina la hora actual). Lugares como el monte Melimoyu o la Antártica, serían aquellos que resguardan la Ciudad.

Los mitos referidos a estas ciudades también nos dicen lo que puede entenderse como una especie de conclusión profética: que ellas serán vistas el Día del Juicio Final (en el concepto cristiano) o lo que es su más cercano sinónimo cuando el Kali-Yuga termine.

Entonces se dará paso a una edad de verdadera Luz.



SERGIO FRITZ ROA.

Artículo publicado originalmente en revista BAJO LOS HIELOS

N°3. Marzo de 2000. Santiago. Chile. págs. 8-10.http://www.bajoloshielos.cl/

Últimas correcciones: diciembre de 2008.